sábado, 12 de abril de 2008

Contra la guerra

En su rostro, es la nada un presagio brutal de que todo es posible.

Emperador o títere, igual da.

Ya no hay charcos de sangre, la alfombra del salón es inocente.

Tópico, máscara, carnaval incesante, cawboy del universo, petrolero en
fase anal de ciscar todo al dictado o al dente.

El ketchup rebosante en comisuras, trae a nuestro recuerdo otras basuras
cósmicas, nucleares, al aire, o enterradas.

Ya no hay papas ni popes, sí un renovado "Santo Oficio" a escala
planetaria, sin potros, ruedas, o damas de la muerte; Patriots y
Tomahawks directamente, acertando en el corazón de la miseria.

Gonzalo Del Campo

·2002·

1 comentario:

Mariela Gómez Ponce dijo...

Me gusta leer esto publicado en esta fecha.

Un saludo

M.