miércoles, 9 de abril de 2008

Una vez soñe contigo,
parte de la historia fuiste,
de las viles intenciones
mi vida entera alejaste.
Ser puro y meditabundo,
te recordaré que el tiempo
pertenece a la memoria,
y no culpes ya mis actos,
estos fueron perdonados.
Grandes y profundos huecos,
sentimientos desechados,
revelan la carestía.
¿Cuánto tardará el olvido?
Te vi de nuevo pasar,
quiero a mi vera sentirte.
Eres alma clandestina,
la mejor de entre la sombras,
única entre todas ellas,
¡mujer!, ese fue tu nombre.
¿Qué caricia, qué arrumaco,
me apartó de tu mirada?
Diome el viento un testarazo,
de la ilusión borró el rastro:
¡corazón de antiguo roble
todo te ha sido usurpado!

Un breve poema con un profundo secreto. Fácil de encontrar para aquellos que pueden haber llegado a sentir algo así.